El Guardabares es un archivo de bares auténticos de Zaragoza, entendidos como un estilo de vida junto a la barra, donde las charlas van y vienen, y los vasos de vermú se vacían.
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Taberna La Palma

torrero


Fundación

1955-1957

Dirección

Calle de Ateca, 9

50007 Zaragoza


Horario

de 8 a 22 h
Jueves cerrado

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A principios de los años 50 se construyó en el barrio de Torrero la parcelación Hogar Cristiano, y una de estas nuevas viviendas fue adjudicada a Generoso y María, una familia de origen gallego.

Transformaron la habitación de entrada y montaron, en su propia casa, un pequeño despacho de venta de vinos y carbónicos al que incorporaron diversos encurtidos. La clientela del barrio acompañaba los chatos de vinos con olivas y banderillas, y como por la zona no había más bares, los propietarios pronto ampliaron el mostrador y modificaron el resto de habitaciones de la vivienda en favor de la nueva taberna.

En la década de los 70 la familia fundadora vende el negocio a otro paisano, de la provincia de Lugo, llamado José y cantero de profesión; quien, junto a su mujer Isabel, despacha vinos –y años adelante cerveza de barril– y raciones de embutidos. Sobresalen los lomos de arenque preparados de numerosas maneras, que los parroquianos disfrutan en almuerzos y meriendas, durante las partidas de guiñote, y más aún durante el verano, cuando se aprovecha la encantadora parcela de la parte de atrás de la taberna.

José se jubiló hace 14 años traspasando la taberna a Adolfo y Azucena, responsables de La Palma hasta el día de hoy. Azucena se encarga de la cocina, de la que salen excelentes raciones como son los caracoles, morro, madejas, callos, tablas de embutidos y quesos, tortilla de patata, sardinas, bacalao, arenques, guardiaciviles... y a la hora del almuerzo, huevos fritos con cualquier acompañamiento.

La historia de La Palma está ligada a la de Torrero, marcada al igual que el barrio por un fuerte semblante obrero. La vivienda ha quedado perpetuada en la taberna, conservando detalles como el baño y la cocina originales, y el patio trasero, singularidades que hacen de La Palma una excepcional rareza entre las tabernas que quedan en la ciudad.

Lo guardamos con 4 sifones por: ubicarse en una parcela, manteniendo su patio trasero y el sabor añejo. Sus raciones de arenques, caracoles, guardiaciviles... por su propia historia y por su rótulo exterior.  

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